sábado, 2 de junio de 2018

Pedagogía red, una educación para tiempos de internet


El siguiente análisis se basa en la lectura del libro Pedagogía red, una educación para tiempos de internet (2016), los editores del mismo son Begoña Gros Salvat y Cristóbal Suárez-Guerrero y también participan en su escritura diferentes investigadores de universidades españolas. El tema principal es el desarrollo pedagógico en el nuevo paradigma educativo en red, así como ofrecer herramientas para aprovechar la oportunidad educativa que supone internet.  Por ello, en cada capítulo se contesta a una de las preguntas que se plantean entorno a la red como modelo educativo, a las cuales se irá dando respuesta a continuación. A la vez que se exponen los contenidos teóricos que he considerado más relevantes del texto, se reflexiona sobre los mismos y se relaciona con algunos contenidos vistos en la asignatura.
Pedagogía red, una educación para tiempos de internet (2016)
Para comenzar ¿Por qué aprender en red? Nos encontramos ante un nuevo escenario social que requiere replantear la tradicional perspectiva de la escuela y la educación. Una de sus mayores repercusiones en el cambio en el sistema productivo, como se puede observar en el paso de una economía basada en la producción de bienes y servicios materiales a una economía basada en la producción de bienes y servicios de la información y el conocimiento. Actualmente, estamos viviendo un momento de cambio histórico, ya que es la primera vez en la historia que una tecnología altera a la vez el sistema productivo y sistema de producción de conocimiento.

Este nuevo escenario propicia el desarrollo de los procesos de globalización económica, por lo que las interacciones entre las distintas partes del mundo están ganando valor, mediante las tecnologías digitales se ofrece la posibilidad de difundir y compartir información en mayor cantidad y menor tiempo. En este paradigma social, cabe considerar la nueva reestructuración social, la cual se basa en dos nuevas clases: los <<inforricos>> y los <<infopobres>>, que refuerzan y aumentan otras formas de desigualdad ya existentes, especialmente en la educación, tal y como publicó UNICEF en su informe Niños en un mundo digital (2017).

Las competencias que la educación debe facilitar también han cambiado y las tecnologías deben entenderse en este cambio como instrumentos transformadores. En la educación ya no prevalecen los aprendizajes, sino las competencias, que son entendidas como una combinación de conocimiento conceptual, habilidades, destrezas y actitudes.  La finalidad básica en la educación es “aprender a aprender”, ya que es la capacidad más necesaria en un entorno cambiante a un ritmo acelerado y posibilita el aprendizaje a lo largo y lo ancho de la vida.

En la <<Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las competencias clave del aprendizaje permanente>> se fijaron además de la ya citada otras 7 competencias que coinciden con las que se han definido en el currículum de la educación oficial española. Añadir que a estas, en el <<Marco para las competencias del siglo XXI>> propuesto por Singapur se agregan dos elementos en los que apoyarse: valores y competencias sociales y emocionales. Quiero insistir en la especial relevancia de estas capacidades en las relaciones interpersonales e intrapersonales. Considero que son aspectos que se deben de trabajar sin el uso de las tecnologías, ya que estas no contemplan aspectos subjetivos, emocionales y morales.

En el siguiente capítulo ¿Qué aprender en red? Se desarrolla la importancia del filtro pedagógico para lograr el aprendizaje en la red. A pesar de que en esta podamos encontrar una gran cantidad de información, sin las competencias adecuadas del alumno o el mentor esta información no se podrá adquirir como aprendizaje. En relación al tipo de información que se selecciona para el aprendizaje en las escuelas, hay que reflexionar sobre la hibridación entre los contenidos formales e informales, las fronteras se desdibujan en este sentido. Por ello, en la sociedad del conocimiento se requieren nuevos modelos organizativos del conocimiento menos simplistas que permitan interpretar el conocimiento en un mundo líquido, cambiante. Para que la red sea un contexto ilimitado de aprendizaje, insistir en la importancia del guía en el aprendizaje y en el desarrollo de competencias de autorregulación. Los REA y los MOOC son ejemplos de entornos de aprendizaje en la red.

Uno de los aspectos que considero más beneficioso de la inclusión de las tecnologías en el proceso formativo, son las posibilidades que nos ofrecen para desarrollar las inteligencias múltiples planteadas por Gardner (2001) y en este sentido se han ido desarrollando también las competencias que actualmente se proponen en el currículum. Por una parte, nos ofrecen la posibilidad de individualización de las actividades y materiales educativos, por otra parte, internet nos ofrece diferentes medios para para presentar estos materiales. Todo ello contribuye como ventaja en cuanto a la atención a las necesidades educativas especiales y a la diversidad del alumnado del aula.

Una nueva cuestión se presenta entorno a ¿Cómo aprender en red? Cabe señalar la importancia de autores clásicos y como unas teorías han ido desarrollando las siguientes, todas como base de las nuevas pedagogías emergentes y reflejo de la sociedad donde se han desarrollado: de los estímulos-respuesta (aprendizaje como centralita telefónica), al cognitivismo (aprendizaje como computadora), hacia el constructivismo donde se introduce el andamiaje y hasta el conectivismo o el aprendizaje en red donde nos situamos ahora. El entorno tecnológico constituye un elemento clave en el desarrollo de las pedagogías emergentes, ya que permiten aplicar y mejorar las teorías clásicas. El hecho de que el pensamiento pedagógico del siglo pasado constituya muchas de las actuales tendencias, se explica del mismo modo en el que el constructivismo ya encontraba algunas de sus ideas en autores anteriores como parte de la evolución constante del conocimiento. Se pueden observar la estrecha relación entre las ideas de Freinet o Illich y diferentes tecnologías digitales propuestas para llevarlas a cabo en la actualidad. Otra de las relaciones la encontramos con Vygotsky y su ZDP, ya que posteriormente Lucking (2008) propone aprovechar el potencial de los recursos más allá del desarrollo formal.

La principal consecuencia de este modelo es que la carga sobre el aprendizaje recae sobre el aprendiz y no sobre el docente. Para lograr llevar a cabo un proceso autorregulado y que responda a sus intereses, el alumno ha de adquirir capacidades y habilidades que han de ser previamente adquiridas. La pedagogía ha de diseñar nuevos planteamientos para dirigir este proceso basados en la interacción social, la participación activa y entornos complejos. Dado que el aprendizaje no se puede diseñar exactamente porque pertenece a la experiencia y la práctica, el rol del docente ha de ser el de facilitador, pero también se está introduciendo el rol del profesor como diseñador de materiales educativos para adaptarlos a sus estudiantes reales.

Como se ha explicado anteriormente, el aprendizaje en la red no constituye por si mismo ninguna teoría pedagógica, pero sí hay dos factores que podemos identificar en las prácticas innovadoras con tecnología. Por un lado, la influencia de la cultura digital que emerge de la propia red; por otro lado, hay que considerar los cambios que se dan en la actividad humano a través de alas tecnologías.

Del mismo modo se plantea ¿Con qué aprender en red? desde la perspectiva transformadora de las herramientas digitales, a causa de: la mayor eficacia y eficiencia, la conexión en red y la capacidad de autoprogramarse, el fin de la delimitación de los espacios formales y no formales y la heutagogía. Esta última se entiende como el aprendizaje autorregulado a lo largo de toda la vida y basado en aprender a aprender, englobando todos los cambios organizativos y de recursos que se han de llevar a cabo.

Estos escenarios desdibujan sus responsabilidades tradicionales, eliminando barreras y abriéndose al exterior. El aprendizaje puede ser presencial, a distancia o blended learning; las aulas no tienen que estar compuestas por grupos cerrados de alumnos de una misma edad; los materiales educativos y el temario se amplían, son dinámicos y plurales; prácticas como el flipped classroom altera las concepciones de los tiempos formativos o el microblogging  posibilita aprender lúdicamente de forma que no es un tiempo de esfuerzo formativo; el profesor no ha de ser unilateral sino que pueden entrar al proceso de aprendizaje nuevos y diferentes actores; la evaluación en redes sociales o comunidades como valoración de todos los miembros; la certificación no oficial cobra poder como badges o insignias y el currículum deja de ser inmutable para desarrollarse en los PLE’s. Especialmente se hace hincapié en ofrecer conocimiento dinámico y adaptado al alumno, pero se ha de resaltar la inestabilidad de los documentos de la red.

En estas nuevas relaciones que se dan entre los ejes tradicionales del aprendizaje y los actuales, las instituciones dejan de tener un papel central, entonces en este punto cabe plantearnos ¿Quién se responsabilizará ahora de la educación? No puede recaer este peso en manos de los mercados, que situarán los ciudadanos como mercancía con la única preocupación de que sean más capaces para un puesto de trabajo. La escuela tiene que seguir manteniendo su papel al servicio de la democracia y de los valores sociales, por lo que las instituciones y organizaciones políticas han de adaptarse a las nuevas relaciones de aprendizaje y dar una respuesta a la nueva estructuración de la educación más abierta, con especial importancia del metaaprendizaje. Vemos que estas medidas ya se están llevando a cabo, por ejemplo mediante la creación del marco común de la CDD.

Asimismo, en el siguiente capítulo ¿Con quién aprender? se hace referencia a la condición sociocultural del aprendizaje. En este me gustaría centrarme en las nuevas formas de comunicación y coordinación humana que se desarrollan al utilizar internet como entorno de aprendizaje abierto. Castells (2009) denomina <<autocomunicación de masas>> al flujo multidireccional de comunicación que permite crear, editar y compartir contenidos entre grandes grupos de personas y con un alcance global.  A su vez, se desarrolla el concepto de validación social llamado inteligencia colectiva, que validan los conocimientos Me ha llamado la atención como se ha roto con el emisor-receptor que guiaba las relaciones humanas hasta la actualidad, pero también rompe con el flujo unidireccional de comunicación que se dirige a las masas, por ejemplo desde los medios de comunicación o políticos, siendo ahora las masas quienes se dirigen a las propias masas.

Otro punto donde me quiero detener es en el excesivo interés por la incorporación de la tecnología en la educación y las diferentes actitudes derivadas de ello. Así, algunos profesionales que la utilizan solamente como herramienta, de modo que no se utiliza el valor pedagógico de las mismas. En otros casos, la tecnología es entendida como resultado de procesos sociales y culturales y como un componente en la construcción de nuevos ambientes, en este caso sí se estaría utilizando la tecnología para llevar a cabo una innovación educativa. El propositivo educativo debe de ir en la línea de entender como la tecnología puede facilitar o mejorar el proceso de aprendizaje a través de los nuevos procesos que se desarrollan en estas como la cooperación. Recordemos que la cooperación es una conducta que ya se potenciaba anteriormente por el valor social en el aprendizaje, pero mediante la tecnología esta cabo se puede llevar a cabo exponencialmente.

Siguiendo con el capítulo sobre ¿Dónde aprender en internet? los espacios educativos virtuales cobran gran relevancia para sustituir las clases presenciales. Me ha llamado la atención la división de estos por Llorens estos en dos tipos: un primer conjunto formado por las plataformas convencionales de aprendizaje como los Mooc y otro grupo de aprendizaje que se da de forma más sutil en el que cobran gran relevancia las relaciones como los PLE. La escuela debe abrirse a ambas perspectivas, acercando una vez más el aprendizaje formal e informal.

Otro aspecto a señalar en el capítulo es el término que se propone de <<socialidad>>, el cual hace referencia al escenario social en el que la tecnología es una gran productora de la industria y un fin en sí mismo. Desde la II Guerra Mundial, la tecnología ha llevado a cabo tres grandes cambios en el entorno: primero en los objetos físicos, en segundo lugar, en la información estructurada y hoy en día mediante los datos. Esos datos que llenan muchas de nuestras acciones de cada día, pueden producirse de forma intencional por el usuario, o transaccional (automático e inconsciente). Por ello, se ha de formar a los alumnos en hacerles conscientes de el rastro que dejamos al navegar en la red, la importancia de los datos y cómo se utilizan. En parte el éxito de internet en nuestras sociedades se debe a que es capaz de transformar nuestros problemas en datos, en código.

Para responder a ¿Cuándo aprender en la red? Diego Levis nos plantea como ha de ser el papel de la escuela en el nuevo contexto, ya que una de las principales críticas que recibe la institución es que su estructura sigue arraigada a la del siglo XIX. En este momento la escuela se creó para formar nacionalismos, pero actualmente se plantean tres posturas que existen entorno a los objetivos y funciones últimas de la escuela.

La primera de estas, promueve que la función principal de esta es formar trabajadores eficientes, bien adaptados al sistema politicoecnómico. La educación en red beneficia este planteamiento ya que reduce las limitaciones de espacio-tiempo, del mismo modo que el mercado favorece la deslocalización e intemporalización del trabajo. La segunda propuesta se centra en defender la educación como formadora de ciudadanos críticos, para así fomentar la mejora de la sociedad. Siguiendo con esta y en base a algunos autores clásicos, las tecnologías se consideran herramientas importantes para el desarrollo integral del ser humano, estimulando la creatividad, curiosidad y la indagación de los niños. La tercera postura propone introducir las tecnologías en la escuela para actualizar los principios básicos de organización, para reforzar la enseñanza, pero sin transformar los métodos tradicionales.

Lo anterior se puede relacionar con las tres visiones que se distinguen sobre la finalidad de la educación escolar de este nuevo siglo. La primera propuesta se corresponde con una visión legitimadora, la cual se basa en el libre mercado y la globalización. En este sentido, la educación daría respuesta a una necesidad del mercado como es la competencia digital, apoyándose en la hibridación tiempo-espacio. La segunda propuesta se relaciona con la visión transformadora, la cual defiende el aprendizaje en tecnologías para dar respuesta al aprendizaje de conocimientos necesarios para la vida social y personal, es decir, como parte de la construcción de ciudadanos. La tercera propuesta hace referencia a la visión conservadora, la cual defiende mantener los ejes básicos de la educación tradicional. Por ello, rechaza el uso de las tecnologías o lo aceptan en la medida que mejoran los métodos tradicionales.

Como respuesta a la pregunta inicial que se planteaba en el capítulo sobre cuándo aprender en la red, esta abre nuevos horizontes dentro de las formas híbridas de aprendizaje a lo largo de toda la vida y con carácter dinámico. Pero para que este reto sea posible es fundamental que los aprendices desarrollen ciertas habilidades como la curiosidad y la autorregulación. Un aspecto que me ha hecho reflexionar es el hecho de que ofrecer un aprendizaje personalizado a los alumnos puede conllevar a un aprendizaje elitista y a una mayor exclusión, dado que los intereses están relacionados con el nivel socioeconómico de las familias. Por el contrario, pueden contradecir los intereses de los gobiernos, las empresas o la sociedad. Por lo tanto, considero que es positivo un currículum estándar pero flexible durante primaria.

El último capítulo nos plantea la cuestión de ¿Cómo valorar lo que se aprende en la red? Primeramente se valoran los aprendizajes realizados en red. En segundo lugar, se valoran los aprendizajes mediados en la red, es decir, los procesos con intenciones educativos formales que se realizan mediante las tecnologías. Su valor convencional se basa en que las tecnologías son un medio para trabajar los contenidos, más que una metodología por si mismas. La valoración adaptativa se basa en la adaptación de la educación por medio de los datos de los estudiantes, para ofrecer una solución a las necesidades que puedan surgir, personalizando así el aprendizaje.

Finalmente la valoración de lo aprendido en la red, hace referencia a aquello que recupera su contenido mayoritariamente de la red o bien se construye en esta, destacando los MOOC, las competencias que se desarrollan y el especial valor del big data como forma de evaluación. Sobre este último aspecto destacar que una evaluación basada en datos conlleva un mayor control para el estudiante, pero también para el profesorado.  Pero a su vez posibilita que se establezcan patrones y se hagan predicciones para establecer una educación personalizada según categorías que recogen grandes cantidades de datos de estudiantes. Pero este sistema no asimila datos de algunos aspectos emocionales, cognitivos o físicos que también tienen influencia en el aprendizaje. Este es un modelo en sus primeras fases de desarrollo, según se vayan recopilando y analizando más datos podremos ver hasta que punto es un sistema de evaluación eficiente.

Como recapitulación de lo expuesto, hay que valorar la red como un entorno de aprendizaje, en el cual es necesaria la intervención del mentor como filtro y guía para que se convierta en un proceso educativo. Entiendo la pedagogía en red como una nueva estructuración muy diferente al aula, donde se rompen fronteras de espacio-tiempo y se fomenta la autorregulación y la colaboración para adaptarse a los nuevos escenarios.
Estructura del aprendizaje en red
Para concluir, la lectura de este libro me ha ofrecido una comprensión más profunda de lo aprendido en clase tanto en las clases teóricas como en los trabajos prácticos. Sería interesante encontrar este libro en la biblioteca del centro ya que tiene muchos contenidos que pueden resultar interesantes para hacer trabajos en la asignatura. Un ejemplo de ello, es el trabajo que realizamos sobre conceptos de pedagogías emergentes, con las cuales tuvimos en muchos casos problemas para encontrar material al respecto. En este libro podemos encontrar algunos conceptos que trabajamos como aprendizaje red, que se desarrolla durante todo el texto, aprendizaje entre pares (p. 113) o aprendizaje ubicuo (p. 176). Creo que hubiese sido conveniente explicar también en el libro algunos inconvenientes que pueden surgir con el uso de esta pedagogía, como por ejemplo como trabajar las distracciones o la seguridad en internet.

Autora: Delia García Ibañez

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