El siguiente
análisis se basa en la lectura del libro
Pedagogía red, una educación para tiempos de internet (2016), los editores
del mismo son Begoña Gros Salvat y Cristóbal Suárez-Guerrero y también participan
en su escritura diferentes investigadores de universidades españolas. El tema
principal es el desarrollo pedagógico en el nuevo paradigma educativo en red,
así como ofrecer herramientas para aprovechar la oportunidad educativa que
supone internet. Por ello, en cada
capítulo se contesta a una de las preguntas que se plantean entorno a la red
como modelo educativo, a las cuales se irá dando respuesta a continuación. A la
vez que se exponen los contenidos teóricos que he considerado más relevantes
del texto, se reflexiona sobre los mismos y se relaciona con algunos contenidos
vistos en la asignatura.
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Pedagogía red, una educación para tiempos de internet (2016) |
Para comenzar ¿Por qué aprender en red? Nos
encontramos ante un nuevo escenario social que requiere replantear la
tradicional perspectiva de la escuela y la educación. Una de sus mayores
repercusiones en el cambio en el sistema productivo, como se puede observar en
el paso de una economía basada en la producción de bienes y servicios
materiales a una economía basada en la producción de bienes y servicios de la
información y el conocimiento. Actualmente, estamos viviendo un momento de
cambio histórico, ya que es la primera vez en la historia que una tecnología
altera a la vez el sistema productivo y sistema de producción de conocimiento.
Este nuevo
escenario propicia el desarrollo de los procesos de globalización económica,
por lo que las interacciones entre las distintas partes del mundo están ganando
valor, mediante las tecnologías digitales se ofrece la posibilidad de difundir
y compartir información en mayor cantidad y menor tiempo. En este paradigma
social, cabe considerar la nueva reestructuración social, la cual se basa en
dos nuevas clases: los <<inforricos>> y los
<<infopobres>>, que refuerzan y aumentan otras formas de
desigualdad ya existentes, especialmente en la educación, tal y como publicó
UNICEF en su informe Niños en un mundo digital (2017).
Las competencias
que la educación debe facilitar también han cambiado y las tecnologías deben
entenderse en este cambio como instrumentos transformadores. En la educación ya
no prevalecen los aprendizajes, sino las competencias, que son entendidas como
una combinación de conocimiento conceptual, habilidades, destrezas y
actitudes. La finalidad básica en la
educación es “aprender a aprender”, ya que es la capacidad más necesaria en un
entorno cambiante a un ritmo acelerado y posibilita el aprendizaje a lo largo y
lo ancho de la vida.
En la
<<Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las
competencias clave del aprendizaje permanente>> se fijaron además de la
ya citada otras 7 competencias que coinciden con las que se han definido en el currículum
de la educación oficial española. Añadir que a estas, en el <<Marco
para las competencias del siglo XXI>> propuesto por Singapur se agregan
dos elementos en los que apoyarse: valores y competencias sociales y
emocionales. Quiero insistir en la especial relevancia de estas capacidades en
las relaciones interpersonales e intrapersonales. Considero que son aspectos
que se deben de trabajar sin el uso de las tecnologías, ya que estas no
contemplan aspectos subjetivos, emocionales y morales.
En el siguiente
capítulo ¿Qué aprender en red? Se
desarrolla la importancia del filtro pedagógico para lograr el aprendizaje en
la red. A pesar de que en esta podamos encontrar una gran cantidad de
información, sin las competencias adecuadas del alumno o el mentor esta
información no se podrá adquirir como aprendizaje. En relación al tipo de
información que se selecciona para el aprendizaje en las escuelas, hay que
reflexionar sobre la hibridación entre los contenidos formales e informales,
las fronteras se desdibujan en este sentido. Por ello, en la sociedad del
conocimiento se requieren nuevos modelos organizativos del conocimiento menos
simplistas que permitan interpretar el conocimiento en un mundo líquido,
cambiante. Para que la red sea un contexto ilimitado de aprendizaje, insistir
en la importancia del guía en el aprendizaje y en el desarrollo de competencias
de autorregulación. Los REA y los MOOC son ejemplos de entornos de aprendizaje
en la red.
Uno de los
aspectos que considero más beneficioso de la inclusión de las tecnologías en el
proceso formativo, son las posibilidades que nos ofrecen para desarrollar las
inteligencias múltiples planteadas por Gardner (2001) y en este sentido se han
ido desarrollando también las competencias que actualmente se proponen en el
currículum. Por una parte, nos ofrecen la posibilidad de individualización de
las actividades y materiales educativos, por otra parte, internet nos ofrece
diferentes medios para para presentar estos materiales. Todo ello contribuye
como ventaja en cuanto a la atención a las necesidades educativas especiales y
a la diversidad del alumnado del aula.
Una nueva
cuestión se presenta entorno a ¿Cómo
aprender en red? Cabe señalar la importancia de autores clásicos y como
unas teorías han ido desarrollando las siguientes, todas como base de las
nuevas pedagogías emergentes y reflejo de la sociedad donde se han
desarrollado: de los estímulos-respuesta (aprendizaje como centralita
telefónica), al cognitivismo (aprendizaje como computadora), hacia el
constructivismo donde se introduce el andamiaje y hasta el conectivismo o el
aprendizaje en red donde nos situamos ahora. El entorno tecnológico constituye
un elemento clave en el desarrollo de las pedagogías emergentes, ya que
permiten aplicar y mejorar las teorías clásicas. El hecho de que el pensamiento
pedagógico del siglo pasado constituya muchas de las actuales tendencias, se
explica del mismo modo en el que el constructivismo ya encontraba algunas de
sus ideas en autores anteriores como parte de la evolución constante del
conocimiento. Se pueden observar la estrecha relación entre las ideas de
Freinet o Illich y diferentes tecnologías digitales propuestas para llevarlas a
cabo en la actualidad. Otra de las relaciones la encontramos con Vygotsky y su
ZDP, ya que posteriormente Lucking (2008) propone aprovechar el potencial de
los recursos más allá del desarrollo formal.
La principal
consecuencia de este modelo es que la carga sobre el aprendizaje recae sobre el
aprendiz y no sobre el docente. Para lograr llevar a cabo un proceso
autorregulado y que responda a sus intereses, el alumno ha de adquirir
capacidades y habilidades que han de ser previamente adquiridas. La pedagogía
ha de diseñar nuevos planteamientos para dirigir este proceso basados en la
interacción social, la participación activa y entornos complejos. Dado que el
aprendizaje no se puede diseñar exactamente porque pertenece a la experiencia y
la práctica, el rol del docente ha de ser el de facilitador, pero también se
está introduciendo el rol del profesor como diseñador de materiales educativos
para adaptarlos a sus estudiantes reales.
Como se ha
explicado anteriormente, el aprendizaje en la red no constituye por si mismo
ninguna teoría pedagógica, pero sí hay dos factores que podemos identificar en
las prácticas innovadoras con tecnología. Por un lado, la influencia de la
cultura digital que emerge de la propia red; por otro lado, hay que considerar
los cambios que se dan en la actividad humano a través de alas tecnologías.
Del mismo modo
se plantea ¿Con qué aprender en red? desde
la perspectiva transformadora de las herramientas digitales, a causa de: la
mayor eficacia y eficiencia, la conexión en red y la capacidad de
autoprogramarse, el fin de la delimitación de los espacios formales y no
formales y la heutagogía. Esta última se entiende como el aprendizaje
autorregulado a lo largo de toda la vida y basado en aprender a aprender, englobando
todos los cambios organizativos y de recursos que se han de llevar a cabo.
Estos escenarios
desdibujan sus responsabilidades tradicionales, eliminando barreras y
abriéndose al exterior. El aprendizaje puede ser presencial, a distancia o blended learning; las aulas no tienen
que estar compuestas por grupos cerrados de alumnos de una misma edad; los
materiales educativos y el temario se amplían, son dinámicos y plurales;
prácticas como el flipped classroom
altera las concepciones de los tiempos formativos o el microblogging posibilita
aprender lúdicamente de forma que no es un tiempo de esfuerzo formativo; el
profesor no ha de ser unilateral sino que pueden entrar al proceso de
aprendizaje nuevos y diferentes actores; la evaluación en redes sociales o comunidades
como valoración de todos los miembros; la certificación no oficial cobra poder
como badges o insignias y el
currículum deja de ser inmutable para desarrollarse en los PLE’s. Especialmente
se hace hincapié en ofrecer conocimiento dinámico y adaptado al alumno, pero se
ha de resaltar la inestabilidad de los documentos de la red.
En estas nuevas
relaciones que se dan entre los ejes tradicionales del aprendizaje y los
actuales, las instituciones dejan de tener un papel central, entonces en este
punto cabe plantearnos ¿Quién se responsabilizará ahora de la educación? No
puede recaer este peso en manos de los mercados, que situarán los ciudadanos
como mercancía con la única preocupación de que sean más capaces para un puesto
de trabajo. La escuela tiene que seguir manteniendo su papel al servicio de la
democracia y de los valores sociales, por lo que las instituciones y
organizaciones políticas han de adaptarse a las nuevas relaciones de
aprendizaje y dar una respuesta a la nueva estructuración de la educación más
abierta, con especial importancia del metaaprendizaje. Vemos que estas medidas
ya se están llevando a cabo, por ejemplo mediante la creación del marco común de la CDD.
Asimismo, en el
siguiente capítulo ¿Con quién aprender?
se hace referencia a la condición sociocultural del aprendizaje. En este me
gustaría centrarme en las nuevas formas de comunicación y coordinación humana
que se desarrollan al utilizar internet como entorno de aprendizaje abierto.
Castells (2009) denomina <<autocomunicación de masas>> al flujo
multidireccional de comunicación que permite crear, editar y compartir
contenidos entre grandes grupos de personas y con un alcance global. A su vez, se desarrolla el concepto de
validación social llamado inteligencia colectiva, que validan los conocimientos
Me ha llamado la atención como se ha roto con el emisor-receptor que guiaba las
relaciones humanas hasta la actualidad, pero también rompe con el flujo
unidireccional de comunicación que se dirige a las masas, por ejemplo desde los
medios de comunicación o políticos, siendo ahora las masas quienes se dirigen a
las propias masas.
Otro punto donde
me quiero detener es en el excesivo interés por la incorporación de la
tecnología en la educación y las diferentes actitudes derivadas de ello. Así,
algunos profesionales que la utilizan solamente como herramienta, de modo que
no se utiliza el valor pedagógico de las mismas. En otros casos, la tecnología
es entendida como resultado de procesos sociales y culturales y como un
componente en la construcción de nuevos ambientes, en este caso sí se estaría
utilizando la tecnología para llevar a cabo una innovación educativa. El
propositivo educativo debe de ir en la línea de entender como la tecnología
puede facilitar o mejorar el proceso de aprendizaje a través de los nuevos
procesos que se desarrollan en estas como la cooperación. Recordemos que la
cooperación es una conducta que ya se potenciaba anteriormente por el valor
social en el aprendizaje, pero mediante la tecnología esta cabo se puede llevar
a cabo exponencialmente.
Siguiendo con el
capítulo sobre ¿Dónde aprender en
internet? los espacios educativos virtuales cobran gran relevancia para
sustituir las clases presenciales. Me ha llamado la atención la división de
estos por Llorens estos en dos tipos: un primer conjunto formado por las plataformas
convencionales de aprendizaje como los Mooc y otro grupo de aprendizaje que se
da de forma más sutil en el que cobran gran relevancia las relaciones como los
PLE. La escuela debe abrirse a ambas perspectivas, acercando una vez más el
aprendizaje formal e informal.
Otro aspecto a
señalar en el capítulo es el término que se propone de <<socialidad>>,
el cual hace referencia al escenario social en el que la tecnología es una gran
productora de la industria y un fin en sí mismo. Desde la II Guerra Mundial, la
tecnología ha llevado a cabo tres grandes cambios en el entorno: primero en los
objetos físicos, en segundo lugar, en la información estructurada y hoy en día
mediante los datos. Esos datos que llenan muchas de nuestras acciones de cada
día, pueden producirse de forma intencional por el usuario, o transaccional
(automático e inconsciente). Por ello, se ha de formar a los alumnos en hacerles
conscientes de el rastro que dejamos al navegar en la red, la importancia de
los datos y cómo se utilizan. En parte el éxito de internet en nuestras
sociedades se debe a que es capaz de transformar nuestros problemas en datos,
en código.
Para responder a
¿Cuándo aprender en la red? Diego
Levis nos plantea como ha de ser el papel de la escuela en el nuevo contexto,
ya que una de las principales críticas que recibe la institución es que su
estructura sigue arraigada a la del siglo XIX. En este momento la escuela se
creó para formar nacionalismos, pero actualmente se plantean tres posturas que
existen entorno a los objetivos y funciones últimas de la escuela.
La primera de
estas, promueve que la función principal de esta es formar trabajadores eficientes,
bien adaptados al sistema politicoecnómico. La educación en red beneficia este
planteamiento ya que reduce las limitaciones de espacio-tiempo, del mismo modo
que el mercado favorece la deslocalización e intemporalización del trabajo. La segunda
propuesta se centra en defender la educación como formadora de ciudadanos
críticos, para así fomentar la mejora de la sociedad. Siguiendo con esta y en
base a algunos autores clásicos, las tecnologías se consideran herramientas
importantes para el desarrollo integral del ser humano, estimulando la
creatividad, curiosidad y la indagación de los niños. La tercera postura propone
introducir las tecnologías en la escuela para actualizar los principios básicos
de organización, para reforzar la enseñanza, pero sin transformar los métodos
tradicionales.
Lo anterior se
puede relacionar con las tres visiones que se distinguen sobre la finalidad de
la educación escolar de este nuevo siglo. La primera propuesta se corresponde
con una visión legitimadora, la cual se basa en el libre mercado y la
globalización. En este sentido, la educación daría respuesta a una necesidad
del mercado como es la competencia digital, apoyándose en la hibridación
tiempo-espacio. La segunda propuesta se relaciona con la visión transformadora,
la cual defiende el aprendizaje en tecnologías para dar respuesta al
aprendizaje de conocimientos necesarios para la vida social y personal, es
decir, como parte de la construcción de ciudadanos. La tercera propuesta hace
referencia a la visión conservadora, la cual defiende mantener los ejes básicos
de la educación tradicional. Por ello, rechaza el uso de las tecnologías o lo aceptan
en la medida que mejoran los métodos tradicionales.
Como respuesta a
la pregunta inicial que se planteaba en el capítulo sobre cuándo aprender en la
red, esta abre nuevos horizontes dentro de las formas híbridas de aprendizaje a
lo largo de toda la vida y con carácter dinámico. Pero para que este reto sea
posible es fundamental que los aprendices desarrollen ciertas habilidades como
la curiosidad y la autorregulación. Un aspecto que me ha hecho reflexionar es
el hecho de que ofrecer un aprendizaje personalizado a los alumnos puede
conllevar a un aprendizaje elitista y a una mayor exclusión, dado que los
intereses están relacionados con el nivel socioeconómico de las familias. Por
el contrario, pueden contradecir los intereses de los gobiernos, las empresas o
la sociedad. Por lo tanto, considero que es positivo un currículum estándar
pero flexible durante primaria.
El último capítulo
nos plantea la cuestión de ¿Cómo valorar
lo que se aprende en la red? Primeramente se valoran los aprendizajes
realizados en red. En segundo lugar, se valoran
los aprendizajes mediados en la red,
es decir, los procesos con intenciones educativos formales que se realizan
mediante las tecnologías. Su valor convencional se basa en que las tecnologías
son un medio para trabajar los contenidos, más que una metodología por si
mismas. La valoración adaptativa se basa en la adaptación de la educación por
medio de los datos de los estudiantes, para ofrecer una solución a las
necesidades que puedan surgir, personalizando así el aprendizaje.
Finalmente la
valoración de lo aprendido en la red,
hace referencia a aquello que recupera su contenido mayoritariamente de la red
o bien se construye en esta, destacando los MOOC, las competencias que se
desarrollan y el especial valor del big
data como forma de evaluación. Sobre este último aspecto destacar que una
evaluación basada en datos conlleva un mayor control para el estudiante, pero
también para el profesorado. Pero a su
vez posibilita que se establezcan patrones y se hagan predicciones para
establecer una educación personalizada según categorías que recogen grandes
cantidades de datos de estudiantes. Pero este sistema no asimila datos de algunos
aspectos emocionales, cognitivos o físicos que también tienen influencia en el
aprendizaje. Este es un modelo en sus primeras fases de desarrollo, según se
vayan recopilando y analizando más datos podremos ver hasta que punto es un
sistema de evaluación eficiente.
Como
recapitulación de lo expuesto, hay que valorar la red como un entorno de
aprendizaje, en el cual es necesaria la intervención del mentor como filtro y
guía para que se convierta en un proceso educativo. Entiendo la pedagogía en
red como una nueva estructuración muy diferente al aula, donde se rompen
fronteras de espacio-tiempo y se fomenta la autorregulación y la colaboración
para adaptarse a los nuevos escenarios.
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Estructura del aprendizaje en red |
Para concluir, la
lectura de este libro me ha ofrecido una comprensión más profunda de lo
aprendido en clase tanto en las clases teóricas como en los trabajos prácticos.
Sería interesante encontrar este libro en la biblioteca del centro ya que tiene
muchos contenidos que pueden resultar interesantes para hacer trabajos en la
asignatura. Un ejemplo de ello, es el trabajo que realizamos sobre conceptos de
pedagogías emergentes, con las cuales tuvimos en muchos casos problemas para
encontrar material al respecto. En este libro podemos encontrar algunos
conceptos que trabajamos como aprendizaje
red, que se desarrolla durante todo el texto, aprendizaje
entre pares (p. 113) o aprendizaje
ubicuo (p. 176). Creo que hubiese sido conveniente explicar también en el
libro algunos inconvenientes que pueden surgir con el uso de esta pedagogía,
como por ejemplo como trabajar las distracciones o la seguridad en internet.
Autora: Delia García Ibañez
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